¿Te imaginas que las novelas se pudieran construir mediante fórmulas lógicas y exactas, como las matemáticas? Eso es lo que intentó Vladimir Propp en su análisis del cuento: encontrar la ciencia que se oculta detrás de las historias.
«Mientras que las ciencias físico-matemáticas poseen una clasificación armoniosa, una terminología unificada adoptada por congresos especiales, un método perfeccionado por maestros y discípulos, nosotros no tenemos nada de eso. Lo abigarrado, la diversidad colorista del material que constituyen los cuentos, hace que solo con muchas dificultades se obtengan la claridad y la precisión cuando se trata de plantear y de resolver los problemas».
Vladimir Propp
La morfología del cuento de Vladimir Propp
Morfología del cuento (1928) es la obra más conocida de Vladimir Propp (1895-1970), folclorista ruso de origen alemán. En esta obra se propuso el estudio de las formas y de las leyes que rigen la estructura del cuento popular. No satisfecho con las clasificaciones (por motivos o temas) que los estudiosos de su época habían realizado hasta el momento, propone una nueva morfología del cuento maravilloso, es decir, una descripción de los cuentos según sus partes constitutivas más elementales y las relaciones de estas partes entre ellas y con el conjunto.

Propp reúne una gran variedad de cuentos de hadas y somete el texto a una fragmentación mediante la cual todo el contenido del cuento puede ser enunciado en frases cortas, como por ejemplo: los padres parten hacia el bosque, el dragón rapta a la princesa… Esta segmentación y ordenación de las acciones sucesivas es lo que le permite comparar los cuentos por su estructura, en lugar de por su argumento.
Al comparar distintos cuentos, comprueba que lo que cambia son los personajes y sus atributos, y lo que permanece invariable son sus acciones o sus funciones. Así, Propp se pregunta sobre qué hacen los personajes, en lugar de quién hace algo y cómo lo hace. Esto es lo que le permite estudiar los cuentos a partir de las funciones de los personajes y no de sus atributos cambiantes.
Es decir, que un dragón rapte a una princesa o que un diablo rapte a la hija de un campesino responden a la misma composición desde el punto de vista de la estructura.
Las funciones de los personajes representan las partes fundamentales del cuento y son las que tenemos que tener en cuenta para discernir la estructura de un relato.
La función es la acción de un personaje definida desde el punto de vista de su significación en la trama. Las funciones, dentro del cuento, son limitadas y se repiten de manera asombrosa. Los personajes de los cuentos, por diferentes que sean, realizan las mismas acciones. Concretamente 31 funciones. Vamos a verlas.
Las 31 funciones narrativas del cuento
0. Exposición de la situación inicial: aquí el narrador informa de las características de la familia, o el nacimiento sobrenatural del héroe, o todo aquello que deba saberse antes de que comience la acción.
1. Alejamiento: uno de los miembros de la familia se aleja de la casa. Bien se va a trabajar, a la guerra, al bosque a buscar fresas o bien el resto de su familia muere. El caso es que un personaje (la víctima) se queda solo.
2. Prohibición: recae sobre el personaje una prohibición. A veces la prohibición la encontramos en forma de consejo, o bien en su forma inversa: una orden o proposición (hacer algo, llevar algo). Es el conocido: «No te entretengas por el bosque y no hables con el lobo, Caperucita».
3. Transgresión: se transgrede la prohibición. No se cumple la prohibición o la orden. Hace su entrada el agresor (villano).
4. Interrogatorio: El agresor intenta obtener noticias. El agresor trata de descubrir lo que oculta la futura víctima («¿a dónde vas, Caperucita?»), o al revés: la víctima pregunta a su agresor.
5. Información: el agresor recibe informaciones sobre su víctima. Por ejemplo: el espejo mágico le revela a la madrastra que Blancanieves, que sigue viva, es la más bella.
6. Engaño: el agresor intenta engañar a su víctima para apoderarse de ella o de sus bienes. El villano suele transformarse tomando un aspecto distinto y actúa mediante la persuasión, la magia o la violencia.
7. Complicidad: la víctima se deja engañar y ayuda así a su enemigo a su pesar. Acepta la manzana envenenada, cae en el pacto engañoso…
8. Fechoría: el agresor daña a uno de los miembros de la familia o le causa perjuicios. Mientras que las anteriores funciones son «preparatorias», la fechoría constituye la primera función verdaderamente relevante en la trama, porque es la que da al cuento su movimiento. De hecho, Propp señala que el cuento puede prescindir de las anteriores y comenzar directamente con la fechoría o sus consecuencias. Puede adoptar diversas formas: rapto, robo, destrucción, daño físico, desaparición, extorsión, expulsión, embrujo, muerte, amenaza, encierro, exigencia…
8a. Carencia: algo le falta a los miembros de la familia o tiene el deseo de poseer algo. La carencia puede ser consecuencia de la fechoría (por eso se considera parte de la misma función), que da lugar a una búsqueda para repararla, o ser una carencia ya existente. El protagonista tiene el deseo de poseer una esposa o una espada mágica, y se lanza en su búsqueda.
9. Mediación, momento de transición: se divulga la noticia de la fechoría o de la carencia, se dirigen al héroe con una pregunta o una orden, se le llama o se le hace partir. Es el momento en el que aparece el héroe. Propp distingue entre dos formas o categorías de héroe asociadas a la función: el héroe-víctima, sobre el que recae la fechoría, o bien el héroe-buscador, que debe restaurar la carencia.
10. Principio de la acción contraria: el héroe-buscador acepta o decide actuar.
11. Partida: el héroe se va de su casa. El héroe parte hacia su búsqueda o se aleja en busca de aventuras. Entra en escena un nuevo personaje: el donante o proveedor. Este nuevo personaje le ofrece un medio (generalmente mágico) con el que puede solucionar el daño sufrido, pero para conseguirlo debe someterse a diversas pruebas.
12. Primera función del donante: este nuevo personaje le pide una acción al héroe a fin de ponerle a prueba para recibir el objeto mágico. Puede ser una prueba en sí, o un interrogatorio, una petición, o un ataque.
13. Reacción del héroe: puede ser positiva o negativa. El héroe puede superar la prueba o no.
14. Recepción del objeto mágico: el héroe obtiene el objeto, que puede ser un animal, un arma, un instrumento, un don, unas palabras mágicas… La forma en que el héroe obtiene el objeto también puede variar de unas historias a otras; a veces es una recompensa, otras lo consigue tras una lucha, o mediante el robo, por azar…
15. Desplazamiento: el héroe es transportado a otro reino o lugar donde se encuentra el objeto de su búsqueda.
16. Combate: el héroe y el agresor se enfrentan en un combate. Puede ser una lucha o una competición.
17. Marca: el héroe recibe una marca (habitualmente una herida) durante el combate.
18. Victoria: el agresor es vencido.
19. Reparación: la fechoría inicial es reparada o la carencia colmada. Señala Propp que en este punto el cuento alcanza su culminación. Es el clímax de la trama, cuando la fuerza antagonista ha sido vencida y el héroe consigue el objeto de su deseo.
20. La vuelta: el héroe regresa al mundo del que partió.
21. Persecución: el héroe es perseguido.
22. Socorro: el héroe es auxiliado o escapa de su perseguidor. Para ello, a veces el héroe se transforma en otra cosa o se oculta en alguna parte. Muchos cuentos tienen en esta función su final, aunque no siempre. A veces reaparecen los perseguidores o se somete al héroe a nuevas desgracias, o se repiten las fechorías (otro rapto, otro embrujo, otra muerte) con nuevos agresores.
23. Llegada de incógnito: el héroe llega a su casa o a otro reino extranjero y toma la identidad/apariencia de un aprendiz, cocinero, mendigo… Por ejemplo, Ulises haciéndose pasar por un mendigo a su llegada a Ítaca.
24. Pretensiones engañosas: un falso héroe reivindica para sí pretensiones engañosas. Aquí entra en escena el falso-héroe, que puede ser un personaje que haya participado en el cuento en una de las funciones anteriores y llegado a este punto pretenda reclamar para sí la fama y la victoria conseguida por el verdadero héroe.
25. Tarea difícil: se propone al héroe una tarea difícil, que puede ser en forma de prueba, adivinanza, obligación…
26. Tarea cumplida. El héroe realiza la tarea: Ulises gana la competición contra los pretendientes.
27. Reconocimiento: el héroe es reconocido. Esta función es similar a la anagnórisis del héroe en el teatro griego, donde se descubre la verdad sobre el héroe, a veces gracias al cumplimiento de las pruebas, otras se reconoce al héroe por sus marcas de nacimiento u objetos que le han sido entregados… Es el momento donde los hijos perdidos se reencuentran con sus madres, los hermanos separados se reconocen, y los reyes vestidos de mendigo abandonan su disfraz.
28. Descubrimiento: el falso héroe o el agresor malvado quedan desenmascarados. Cuando fracasan en la tarea que sí ha completado el héroe: los otros caballeros no son capaces de sacar la espada mágica de la piedra o las hermanastras de Cenicienta no son capaces de meter sus pies en el zapato de cristal.
29. Transfiguración: el héroe recibe una nueva apariencia. El príncipe sapo se convierte en humano, la mendiga se viste con ropas lujosas…
30. Castigo: el falso héroe o el agresor es castigado.
31. Matrimonio: el héroe se casa y asciende al trono. Es el «vivieron felices y comieron perdices». Constituye la recompensa final, a menos que se produzca una nueva fechoría antes del casamiento o la obtención del premio, y se inicie una nueva secuencia para vencer al agresor.

Cómo funcionan las funciones narrativas dentro de la trama
Una vez descompuesta la estructura del cuento en 31 elementos esenciales, Propp extrae algunas conclusiones sobre ellas y sobre la manera en la que se relacionan en su conjunto. Vamos a ver aquellas que nos pueden ser más útiles para entender la estructura del cuento.
- El número de funciones es limitado (31) y no todas ellas suelen estar presentes en los cuentos tradicionales de los que parte su estudio. No deja de llamarnos la atención que un abanico tan limitado de acciones pueda dar lugar a una gran variedad de historias tan solo cambiando los detalles.
- Propp advierte que no todos los cuentos contienen todas las funciones: algunos comienzan directamente con la fechoría (n.8) y omiten los preliminares, otros concluyen con la recepción del objeto mágico (n. 14) a modo de recompensa, otros prescinden de la llegada de incógnito (n.23) o del falso héroe (n.24).
- En el caso del cuento folklórico se considera necesario que la sucesión de las funciones (el orden en que se presentan) sea siempre idéntica, salvo pocas excepciones. Es decir, la tarea difícil (n.25) siempre se va a presentar después de que el héroe haya conseguido el objeto mágico (n.14) y nunca antes. En el cuento moderno, y en la novela, no se someten a esa ordenación tan rígida, aunque, como verás a continuación, muchas de las funciones son inseparables por agruparse bajo la ley de causa-efecto.
- La mayoría de funciones pueden agruparse por parejas causales: prohibición-transgresión, interrogación-información, combate-victoria, persecución-socorro). Esta unión es lo que se conoce en el storytelling moderno como la ley de causa-efecto, o de acción-reacción, que debe guiar también la trama de la novela actual.
- Una vez mostrados los elementos esenciales del cuento, Propp entiende que, desde el punto de vista morfológico, es un cuento aquel relato que se inicia partiendo de una fechoría o carencia y culmina en matrimonio o en otras funciones utilizadas como recompensa. Las funciones anteriores a la fechoría pueden no estar presentes, y la trama puede comenzar desde el momento de la fechoría o la carencia. Así pues, la única función obligatoria en el cuento es la fechoría o la carencia, que es lo que constituye el nudo de la trama. ¿Y qué es, en esencia, la fechoría? Es el conflicto del cuento. Ya en 1928 Propp concluía que sin conflicto (fechoría o carencia) no hay cuento.
- Muchos cuentos se alargan a través de secuencias: por ejemplo, repitiendo el nudo principal de la trama (la fechoría). Así, las secuencias son series de funciones que se conectan entre sí para complicar la intriga del relato. A menudo aparecen nuevos agresores que cometen nuevas fechorías (raptos, muertes, robos…), el héroe emprende nuevas búsquedas y encuentra nuevos donantes y nuevos objetos mágicos que le ayudarán.
- Propp identifica tipos diferentes de secuencias asociadas a las tareas del héroe y lo que obtiene con ellas. Por ejemplo, todas las tareas a las que les sigue una búsqueda deberán considerarse como elementos del nudo de la trama (las asociadas a la función n.8); las tareas que como consecuencia se recibe un objeto mágico formarán parte de las pruebas (n.12). Las tareas difíciles forman otra categoría a aparte, tanto si se vinculan con el matrimonio (n.31) o no.
- Las secuencias y la forma de unión entre ellas dan lugar a distintas tramas de diversa complejidad y riqueza. Un cuento puede comenzar con dos fechorías cometidas al mismo tiempo y ser reparadas en distintos momentos y por distintos personajes. Dos secuencias pueden tener un final común, o una secuencia puede introducirse en una acción más larga interrumpiendo momentáneamente el progreso de esta.
- Esta estructura no solo puede apreciarse en los cuentos de hadas. Los mitos clásicos presentan muchas de estas funciones. Propp intuye que detrás del cuento tradicional, al igual que en el mito, hay unos valores o una enseñanza que se ha olvidado pero que de alguna forma permanece encerrada en el cuento. La cultura no muere del todo, sino que se transforma en cuento.

Estructura narrativa de Propp vs. el monomito de Campbell
¿Recuerdas cuando hablábamos de otro tipo de estructuras narrativas, como por ejemplo la del viaje del héroe?
Seguro que tú también has notado muchas similitudes entre las 31 funciones de Propp y el monomito de Campbell o la estructura básica en tres actos de la que hemos hablado en el blog.
Podemos agrupar las 31 funciones de Propp en partes narrativas para apreciar mejor esta sintonía entre ambas propuestas estructurales. Vamos a compararlas:
Situación inicial:
Que se corresponde con la función n.0 de la lista arriba expuesta. En la propuesta de estructura del monomito de Joseph Campbell correspondería al estadio de «el mundo ordinario». Su extensión es variable: se puede prescindir de ella o alargarla todo lo que se quiera. Aquí se presenta el mundo ordinario, el héroe y sus cualidades, y se anticipan los objetivos y motivaciones que más adelante incidirán en el desarrollo del cuento (profecías, obstáculos, falsos héroes, etc.).
Parte preparatoria:
Comprendería las funciones 1 a 7 de la lista.: Prohibición y transgresión de la prohibición, aparición del agresor… Corresponde a la presentación o anticipación del conflicto que posteriormente se desarrollará una vez salgamos del mundo ordinario.
Nudo de la intriga:
Es la parte esencial e indispensable de todo cuento, según Propp. Comienza con la fechoría o carencia (n.8) y le sigue la entrada del héroe en escena (n.9) hasta su decisión de actuar (n.10). Es el momento catalizador, la llamada a la aventura.
Secuencia de los donantes:
Los donantes aparecen en lo que Campbell llamaba «el cruce del umbral» hacia el nuevo mundo. Aparecen en escena cuando el héroe parte de su casa hacia su búsqueda (n.11) y son los encargados de ponerle a prueba (n.12). El héroe puede superar o no la prueba (n.13), y la funciones asociadas a la parte del donante se pueden repetir varias veces (habitualmente tres) hasta que el héroe consigue el objeto.
Esta secuencia de funciones es similar a la de las pruebas en el monomito: el héroe debe hacer frente a una serie de desafíos que le prepararán para el desenlace.
El auxiliar u objeto mágico:
Una vez en posesión del auxiliar (n.14) el héroe va en busca de su objetivo, hasta que se produce un enfrentamiento entre el héroe y el agresor (n.16). El héroe consigue su objetivo principal: la reparación de la fechoría o hallazgo de lo que buscaba (n.19). Pero, igual que el héroe de Campbell, todavía debe regresar al lugar de partida (n.20). En esta parte suele producirse una huída y persecución del héroe (n.21) a manos del agresor vencido o un nuevo agresor. En ese momento se produce la aparición del auxiliar (n.22) y la muerte del agresor. Esta secuencia recuerda mucho a la de «el camino de regreso» de el viaje del héroe.
Segunda secuencia:
Si el cuento continua, puede ser que se produzca una nueva fechoría que ponga en marcha la cadena de funciones asociadas. Si no se produce una nueva fechoría, la trama puede continuar con la llegada de incógnito del héroe (n.23) y las pretensiones engañosas del falso héroe (n.24). En este punto se propone la prueba final: la tarea difícil (n.25) y el reconocimiento del héroe (27). Igual que en la estructura del monomito, aquí también se produce una resurrección del héroe o transfiguración (n.29). Culmina con el matrimonio (n.31) y ascenso al trono que sería la recompensa equivalente al «retorno con el elixir».
Si quieres echar un vistazo al post completo sobre el monomito >> Estructuras narrativas: El viaje del héroe

¿Cómo me pueden ayudar las 31 funciones de Propp en mi novela?
Las funciones narrativas que Propp extrae de su estudio del cuento ruso nos interesan especialmente porque nos pueden dar luz sobre una estructura narrativa que todavía hoy en día puede tener mucha vigencia. Piensa en las últimas novelas que has leído: ¿no se parece la «fechoría» de la que habla Propp al momento catalizador donde todo empieza a complicarse? ¿No parte el héroe hacia otro lugar en busca de algo o de reparar un daño? ¿Acaso no tiene que superar una serie de pruebas para conseguir algo que le ayude en su propósito?
Como hemos visto en otros post, el cuento (y también la novela) tiene una estructura con cierta tradición que es importante conocer para ser conscientes de las expectativas de los lectores. Los lectores de los cuentos de hadas que analizó Propp esperaban encontrar en ellos las funciones arriba descritas. De la misma forma, un lector de novela negra del siglo XXI espera encontrar determinados elementos en un libro de ese género. Es importante dominar las estructuras narrativas y los tópicos del género si queremos que nuestra historia sea efectiva.
Conocer las funciones del cuento puede ser útil, además, a la hora de planificar nuestra novela o como estrategia a la hora de lidiar con el bloqueo del escritor: imagina que llegas a un punto de la historia donde no sabes cómo continuar. Mira la lista de Propp: ¿y si añades un nuevo personaje con la función de donante que proponga una prueba que el héroe debe superar? ¿Y si introduces una persecución de un nuevo agresor? ¿Y si planteas una tarea difícil en el tercer acto? ¿Y si haces aparecer en escena un falso héroe que le complique la vida a tu protagonista? Como ves, el esquema de funciones de Propp tiene todavía mucho que aportar a los escritores de hoy en día.
¿Qué te ha parecido esta estructura? ¿Conocías las 31 funciones de Propp? Cuéntamelo en comentarios y comparte si te ha gustado. ¡Gracias por leer!
10 comentarios en «Estructuras narrativas: las 31 funciones de Propp»
Excelente documento, estoy haciendo un trabajo de estética y me has caído del cielo, porque, aunque he leído libro, tus apuntes son mejores que los míos. He copiado tu lista de las 31 funciones íntegramente, pero he señalado tu autoridad. Gracias y un saludo.
Gracias, y gracias también por citar mi web en tu trabajo. Mucha suerte con él.
¡Me gusta mucho tu Blog, gracias por la información!
¡Saludos!
¡Gracias a ti por comentar!
Excelente artículo, muy completa la información y las explicaciones. Es lo que necesitaba leer. Muchísimas gracias ?
Gracias a ti por tu comentario ❤️ Me alegro que te haya sido de utilidad
Las 31 funciones pueden ser utilizadas con éxito en el desarrollo de las actividades comunicativas de escolares en el marco de la expresión oral o escrita. Las funciones impresas se pegan en los naipes que se barajan y los niños eligen unas cuantas y hacen cuentos sin problemas, puesto que cada palabra de la función está plena de contenido y se somete a cualquier tipo de variedades. A los estudiantes les gusta barajar y elegir las cartas y a veces inventan nuevas reglas, por ejemplo: componer un cuento a base de 3 (5, 10) cartas elegidas o empezar desde el final, o actuar en dos grupos después de dividir la baraja en dos, haciendo competición de qué grupo hace mejor su cuento. Las ilustraciones en las cartas no son obligatorias. Para animar a escribir los cuentos el maestro avisa que en el colegio infantil de al lado han sido leídos todos los cuentos, pero los niños requieren más y propone a la clase a que escriban sus propios cuentos para el colegio infantil. La baraja con las funciones morfológicas es un buen instrumento para guiar y sistematizar el pensamiento individual a través de la enseñanza problémica.
Muchas gracias por tu aporte, es realmente muy interesante.
Deberias hacer mas articulos como esta. Muchas gracias, Un saludo
¡Gracias!, lo tendré en cuenta.