Cómo estructurar tu novela: la estructura en tres actos

Si estás empezando o no tienes demasiada experiencia en planificar una novela, y quieres estructurar tu historia de una forma sencilla, rápida y eficaz, te recomiendo que empieces con la estructura más sólida que conozco en storytelling: la estructura en tres actos. Vamos a repasarla a lo largo de este artículo y a ver los puntos más destacados de las historias que utilizan esta fórmula.

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que toda novela tiene una estructura. Definir previamente la estructura que quieres para tu novela te puede ayudar a organizar toda la información y a lograr contar la historia que quieres.

Planificar una estructura te servirá para vigilar que no haya agujeros en la trama, mantener siempre una sensación de progresión y a evitar escenas en las que «no pasa nada». Si además tu novela se compone de varias tramas, la planificación de la estructura se vuelve algo casi obligatorio para evitarnos demasiada reescritura en los siguientes borradores de la novela.

El poder del 3: la estructura básica de tres actos

La estructura en tres actos es la más habitual dentro de nuestra tradición de novela occidental. Es una estructura básica que a su vez puede contener otras estructuras más complejas o elaboradas (por ejemplo, la estructura de el viaje del héroe o la estructura de beats de Blake Snyder). La estructura básica en tres actos la hemos tomado de la Poética de Aristóteles que dividió la narración de una historia en tres partes que él llamó «actos»:

1. Planteamiento (presentación de los personajes y su conflicto)

2. Nudo (desarrollo de ese conflicto)

3. Desenlace (resolución del conflicto)

Fácil, ¿verdad?

estructura de la novela en tres partes

Este tipo de estructura es la hemos conocido todos los estudiantes occidentales en algún momento de nuestra vida y, aunque no recuerdes esa lección concreta, créeme que es una estructura que hemos interiorizado de tal forma que nos resulta sencilla y natural a la hora de estructurar nuestra mirada sobre el mundo. De hecho, podríamos coger cualquier proceso y sabríamos dividirlo en tres etapas de una forma casi instintiva. Por ejemplo:

principio – medio – fin

nacimiento – crecimiento – muerte

introducción – desarrollo – conclusiones

presentación – discurso – cierre

tesis – argumentación – conclusión

inicio – desarrollo – cierre

apertura – cuerpo – conclusión

acopio – producción – procesamiento

saludo – cuerpo – despedida

Y podríamos seguir así durante un buen rato, pero pillamos la idea, ¿no?

El caso es que, desde los tiempos de Aristóteles, parece que no hemos dado con ninguna otra estructura original que nos resulte mejor. Esta estructura en tres actos es la que modernamente se ha ido desarrollando y perfeccionando, tanto en el mundo del cine como en el literario, dando lugar a diversas estructuras narrativas como la del viaje del héroe, de Joseph Campbell, que es otro de los formatos clásicos que se han aplicado en el storytelling.

¿Cómo utilizar la estructura de tres actos para mi novela?

Aunque la estructura en tres actos es con diferencia la estructura más utilizada en la ficción actual, es posible que precisamente a esa novela que estas escribiendo no le encaje esta estructura. No pasa nada, hay otros modelos de los que puedes valerte para orientar y organizar tu trama. 

Lo primero que debes tener claro es que la estructura que elijas no debería sentirse como un corsé tan apretado que estrangule los componentes de la trama y que impida que fluyan de forma natural. La estructura no es una cárcel para la creatividad, sino una herramienta para potenciarla. La estructura debería ser lo suficientemente flexible para adaptarse a nuestra idea, pero también lo suficientemente firme para obligarnos a reflexionar de forma activa sobre la composición de nuestra trama y ayudarnos a encontrar soluciones a cada bloqueo que surja en nuestro proceso de escritura.

Tras esta pequeña reflexión, vamos a ver un poco más de cerca los puntos narrativos que componen cada acto.

PRIMER ACTO: planteamiento

En el planteamiento de la estructura en tres actos conocemos al protagonista, su situación de partida, su deseo y su meta. Acaba con una decisión transcendental y el cruce del umbral a un «nuevo mundo».

Hay una serie de puntos (plot points) o elementos de la trama que suelen ir ligados a este primer acto y que vamos a ver a continuación.

El gancho

En esta primera parte haremos una serie de promesas al lector que nos aseguraremos de cumplir al final si queremos que la lectura sea satisfactoria. Con frecuencia, esas «promesas» se concentran ya en las primeras escenas de la novela, lo que constituye «el gancho» de la novela. 

La primera escena establece muchas cosas, entre ellas si el lector (o el editor) va a seguir leyendo tu novela o no. Por eso es la más importante (al menos en novela comercial) y la que suele sufrir más cambios a lo largo de todas las revisiones del libro. 

La primera escena establece el tono, el estilo, la atmósfera y las expectativas que debe tener el lector. Sirve para que el lector la clasifique en su biblioteca mental. ¿Es una comedia? ¿O es un thriller? ¿Es ligera? ¿Profunda? ¿A qué otras novelas que he leído se parece? ¿Me va a gustar?

el gancho de la historia

El inicio del primer acto es el momento de responder a la pregunta que se hacía el lector antes de empezar: ¿De qué va esto? Si quieres asegurarte ese «gancho» con tu lector lo más efectivo es que respondas pronto a la pregunta del lector y, sobre todo, que no le engañes. No todo vale a la hora de atrapar a los lectores: si prometes que tu protagonista vivirá asombrosas aventuras, por ejemplo, o una gran historia de amor, o una trama llena de intrigas y suspense, o grandes dosis de acción… asegúrate de cumplirlo a lo largo de la novela. No hay nada que siente peor a los lectores que acabar una lectura y sentirse engañados por las promesas incumplidas del libro.

El tema

El tema es algo que se establece también en las primeras páginas de la novela. Una novela puede tener varios temas, más o menos ligados entre sí, pero suele haber un tema central y transversal a todo el relato. 

Una cosa es el tema y otra la peripecia a través de la cual mostramos el tema. El tema es donde mejor se aprecia el mensaje que el autor ha querido transmitir o su visión del mundo. Mientras que la peripecia siempre es algo concreto (a un personaje le suceden cosas), el tema puede ser todo lo filosófico y profundo que se quiera.

Por ejemplo, un tema sería «la infidelidad» y una forma de concretarlo sería escribir una novela sobre una mujer que descubre que su marido tiene una aventura con su jefa. 

Cuanto más concreto sea el tema, más fácil será captar la atención del lector y hacerle partícipe. Por ejemplo, una forma de acotar todavía más el tema en tu novela sería: ¿qué es más importante, la fidelidad o seguir los dictados de tu corazón?

Presentación del héroe

En este primer acto, el lector se zambulle en el universo cotidiano del héroe para conocerle mejor. Tu protagonista es uno de los elementos nucleares de la novela, y yo diría incluso que es el verdadero motor de la trama. Una mala historia con personajes estupendos puede llegar a ser memorable, mientras que una buena trama con personajes de cartón… no suele ser digna de recordar. 

El héroe moderno se caracteriza por desear algo que no puede tener por algún motivo. Además, el protagonista suele estar lleno de miedos, defectos, debilidades… que de una forma u otra le apartan de su objetivo. Tu héroe ha de superar todas o gran parte de estas flaquezas a lo largo de la novela, si quiere alcanzar sus deseos. De esa lucha constante por lograr su meta y superar sus obstáculos nace la trama

Es importante que veamos el mundo del que proviene el protagonista para que podamos ver la evolución del personaje a lo largo de la historia. Digo evolución, pero debería decir EVOLUCIÓN, así en mayúsculas, para que nos quede claro: es importante en la narrativa actual que nuestro héroe sufra una transformación, producto de su peripecia, al final de la novela. 

Sembrando la intriga

Cada vez es más indispensable que desde este primer acto comencemos a generar cierto suspense sobre el devenir de nuestra trama. Una forma de atrapar al lector es mediante la intriga, lanzando preguntas que susciten su curiosidad (¿qué pasará ahora?) y prometiéndole que, si sigue leyendo, obtendrá la respuesta. 

Suele haber una gran pregunta central que es como la columna vertebral de la novela, y que se conoce como la gran pregunta dramática. Es aquella pregunta que se plantea al inicio de la novela y que solo se podrá contestar al finalizarla. Por ejemplo: ¿Conseguirá Frodo destruir el anillo en el monte del Destino y evitar la destrucción de la Tierra Media?

Presentación del conflicto

También durante este primer acto se debe presentar al lector el conflicto principal: aquel que le quitará el sueño a tu protagonista y que debe estar relacionado con su deseo principal. Es el problema que tiene que resolver el héroe, y no descansará hasta solucionarlo.  Podemos distinguir dos tipos de conflicto o niveles de conflicto en el personaje: el conflicto externo y el conflicto interno. Aunque no vamos a explayarnos aquí y ahora en sus diferencias, sí deberías saber que el primero tiene que ver con lo que cree el personaje que necesita y el segundo con lo que verdaderamente necesita. 

Es importante que no demores demasiado la aparición del conflicto y que, una vez lo presentes, quede claro al lector. Una forma rápida de saber cuál es el conflicto de mi personaje es hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que cree mi personaje que le hará feliz? ¿Qué le impide alcanzar aquello que necesita para su felicidad?

Presentación del elenco de personajes y de las tramas secundarias

Tu héroe no está solo o sola en el mundo. Está acompañado de un elenco de personajes que participan en su aventura, ejerciendo diversos roles o funciones. Incluso algunos tienen su propia historia, que llamaremos trama secundaria, subtrama o trama B. 

las subtramas y los personajes secundarios

A veces las tramas secundarias no se plantean hasta el segundo acto, pero ya en este primer acto podemos ver a otros personajes que intervendrán en la historia. Algunos de ellos pueden ser:

  • El antagonista: por ejemplo, en El señor de los anillos, el malvado Sauron tiene ya una presencia importante desde las primeras páginas.
  • Aliados: por ejemplo, Sam Gamyi, que acompañará desde el principio a Frodo en su misión.
  • El mentor: Gandalf, en El señor de los anillos. Obvio, ¿no?
  • El amante: por ejemplo cuando aparece Arwen, mientras Aragorn trata de salvar a Frodo.

La llamada a la aventura

También llamado el incidente inicial, el catalizador… Es uno de los nudos de la trama más importantes en esta primera parte. 

Es el primer suceso importante, el primer giro argumental. Cuando por fin «pasa algo». Frecuentemente lo encontramos en las primeras páginas de la novela, porque a menudo funciona como gancho para atraer al lector.

La llamada a la aventura es un suceso inesperado para el personaje que pone todo su mundo patas arriba. Tiene que ser algo realmente impactante para el héroe, porque, recordemos, al lector le atraen los problemas, no las situaciones cotidianas. El catalizador es un suceso que obliga al personaje a reaccionar: puede ser que le genere un deseo (consciente o inconsciente, o ambos a la vez) o bien que haga presente un deseo que ya existía en el personaje y le empuje a conseguirlo.

Muchas veces este nudo de la trama suele aparecer como un mensaje que recibe el protagonista de algo inesperado: el email de un exnovio, un despido, un nuevo caso…

Es el mensaje de Leia pidiendo auxilio

Katniss tomando el lugar de su hermana en los Juegos del Hambre

Es la carta de ingreso en Hogwarts

Y el conejo blanco que ve Alicia 

la llamada a la aventura o el incidente inicial

El debate

Dentro del primer acto a menudo se incluye lo que Campbell llamaba el rechazo a la llamada, y otros autores le dan nombres como el debate, dudas del héroe…

Es el momento en que el protagonista, arrastrado por sus miedos, trata de luchar contra aquella novedad que ha desestabilizado su mundo.

Puede ser también un momento donde las fuerzas antagonistas (ya sea un villano al uso, o las debilidades y miedos del protagonista), es decir aquello que más adelante complicará mucho más la vida del héroe, cobran protagonismo.

Cruce del umbral

Finalmente, el héroe toma la decisión de abandonar su  viejo mundo y aceptar la aventura hacia lo desconocido. Quédate con esta palabra clave: «decisión». Es la elección del personaje lo que da sentido a la novela y lo que realmente engancha al lector. Ver a otras personas teniendo que tomar decisiones es lo que nos suscita una gran curiosidad: ¿qué elegirá? ¿qué pasará ahora que ha decidido seguir este camino concreto?

Esta es la transición al segundo acto de la historia.

Es Luke abandonando Tatooine

Katniss abandonando el distrito 12 en el tren que les llevará a la Capital

Harry subiéndose al expreso de Hogwarts

Alicia cayendo por el agujero de la madriguera de conejo

el cruce del umbral

Lo tenemos claro, ¿verdad? Pues ahora vamos a por el segundo acto.

SEGUNDO ACTO: nudo o desarrollo

El segundo acto de la estructura en tres actos es el más extenso y es donde la búsqueda y el conflicto se ocupan de hacer avanzar la trama. Es donde transcurre todo el meollo de la historia, para entendernos.

Normalmente, el segundo acto se divide en dos partes: una donde nuestro héroe se muestra más reactivo y otra donde se vuelve proactivo. En el medio de estas dos partes se encuentra uno de los elementos más importantes de esta estructura: el midpoint.

Además, durante este extenso acto se presentarán (si no lo han hecho ya en el primer acto) y desarrollarán los personajes que acompañarán al protagonista en su peripecia (mentor, aliados, antagonistas…).

Primera mitad: el héroe pasivo

La primera mitad del segundo acto tiene un carácter más de «entrenamiento» del héroe. Nuestro protagonista está aún un poco desconcertado tras los eventos del primer acto y el cruce a esta nueva situación. Pueden aparecer pruebas que debe superar, guardianes del «nuevo mundo» al los que debe enfrentarse, pistas que debe descubrir, aliados que reunir.

Si es una comedia esta es la parte donde se presentan los «juegos y risas», es decir, las situaciones más cómicas y divertidas, o donde se producen los primeros encuentros y citas si es una novela romántica.

las pruebas del héroe

También conoceremos los planes del antagonista y el obstáculo que suponen para el héroe, incluso puede que se produzca un primer enfrentamiento en esta parte.

el antagonista y sus pinch points

Lo habitual es que en esta primera mitad del segundo acto el héroe tenga una actitud pasiva, que no tenga muy claro el plan a seguir o que esté persiguiendo una meta equivocada.

El midpoint

El midpoint o giro intermedio es uno de los giros más importantes de la trama porque supone un cambio de dinámica y se considera un punto de «no retorno». Es decir, que que obliga al héroe a cambiar su actitud o estrategia, sin posibilidad de volver sobre sus pasos. Suele coincidir con la mitad del libro, donde nos encontramos una gran revelación, un acontecimiento inesperado, una batalla importante, un cambio de escenario, un cambio en las metas o la motivación del héroe o una mezcla de todas las anteriores.

midpoint
midpoint

Se suele decir que las reglas del juego que había hasta ahora cambian para el protagonista y también lo hace su implicación en la historia: se vuelve más activa, más personal, toma un decisión drástica, o se ve obligado a trazar un nuevo plan.

Cuando Katniss se alía con Rue para vencer los Juegos del Hambre

Cuando Harry conoce la verdad de la piedra filosofal

Segunda mitad: el héroe tiene un plan

Tras la importante revelación o cambio de rumbo del midpoint, el protagonista se vuelve más activo y dispuesto a llevar a cabo el plan definitivo. La meta del héroe se vuelve más clara en esta segunda mitad, casi obsesiva, y por otro lado la acción del antagonista se vuelve más amenazadora. 

En esta parte es donde hay más acción o esta se vuelve más frenética: persecuciones, cuentas atrás, muertes, traiciones, pérdidas de aliados, más secretos al descubierto, más conflictos…

Hacia el final del segundo acto sucede un gran desastre, una derrota o un gran revés para el protagonista. Básicamente consiste en que, lo peor que le podía pasar, ha pasado. Es la gran crisis del protagonista: el héroe se encuentra solo, sin aliados, consumido por la culpa, sus errores, su obsesión… parece claramente derrotado y que el antagonista va a ganar la partida.

la noche oscura del alma

Cuando todo parecía perdido llega: la revelación. El clímax de este segundo acto sucede cuando de pronto el héroe obtiene algo crucial para alcanzar su objetivo final: una pista reveladora, la respuesta a una incógnita del primer acto. 

la revelacion del heroe

Esta clave es lo que le permite pasar al tercer acto.

TERCER ACTO: desenlace

Y llegamos al final de la estructura en tres actos. El tercer acto suele ser breve: es el desenlace lógico al que nos han llevado todos los pasos que han dado los personajes hasta ahora, la consecuencia última de todas sus acciones.

Según el género suele haber lo que se conoce como «la batalla final», o una escena o secuencia de confrontación donde el héroe lo arriesga todo para conseguir su deseo. Esta confrontación climática, es la prueba final del héroe. 

A veces, antes de la batalla se puede dar a conocer el plan del héroe.

la batalla final

Tras la batalla, o justo en medio de esta, se produce la transformación del héroe: un descubrimiento que cambia la percepción del héroe sobre sí mismo. Puede ser la superación de alguna debilidad, el autoconocimiento… Aquí se produce el punto de inflexión en el arco dramático del personaje.

Al llegar al final, el héroe puede haber ganado la batalla final contra el antagonista… o no. Sea como sea, lo más importante en la resolución es el haber dado respuesta a las preguntas que se plantearon al principio (¿Conseguirá Frodo destruir el anillo en el monte del Destino y evitar la destrucción de la Tierra Media?).

¿Y eso es todo? Casi. Es recomendable que, tras la batalla y el autodescubrimiento del héroe, veamos que se restaura un nuevo equilibrio, una nueva normalidad en el mundo del héroe, producto de todo lo que ha aprendido y vivido.

el nuevo equilibrio

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arco del personaje en la estructura de tres actos
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4 comentarios en «Cómo estructurar tu novela: la estructura en tres actos»

  1. Gracias por este artículo. Si bien había encontrado información sobre la estructura de los tres actos en otros sitios, solo aquí pude comprenderla completamente. Me aclaró muchos puntos que no había entendido hasta ahora y que me van a servir para acomodar mejor mi novela. ¡Gracias, una vez más!

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  2. Una maravilla de artículo. Me será de gran ayuda para empezar a escribir hoy mismo mi primera novela. Un abrazo.

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