Escritor de brújula o de mapa, jardinero o arquitecto, plotter o pantser… ¿Sabes qué tipo de escritor eres?
Muchas veces hemos oído hablar de escritores brújula, escritores de mapa…, o nos han preguntado directamente qué tipo de escritor somos nosotros.
Lo lógico sería pensar que cada escritor es único, pero es que, por lo general, nos encanta etiquetar, categorizar y definir cada aspecto de nuestra vida. Quizá porque así nos resulta más sencillo comprender aspectos complejos de nuestra realidad, o quizá porque resulta un alivio encontrar puntos en común con otras personas.
El caso es que en nuestro oficio existe desde hace tiempo una clara división entre dos tipos opuestos de escritores que vamos a ver a continuación: los planificadores y los aventureros.
Los dos tipos básicos de escritores
Esta división se basa fundamentalmente en el método de trabajo que utiliza el escritor. Según esto, podemos diferenciar entre aquellos escritores que planifican toda su novela antes de lanzarse a escribir (planificadores), y aquellos que se sientan ante el teclado y se dejan llevar por la idea (aventureros).
Hay muchas otras denominaciones para estas dos categorías, por ejemplo George R. R. Martin los define como arquitectos y jardineros:
«Creo que hay dos tipos de escritores: los arquitectos y los jardineros. Los arquitectos planean todo con anticipación, como un arquitecto que construye una casa. Saben cuántas habitaciones tendrá la casa, qué tipo de techo pondrán, por dónde pasarán los cables, qué tipo de plomería necesitará. Tienen todo diseñado antes de clavar la primera tabla. Los jardineros cavan un hoyo, dejan caer una semilla y la riegan. Saben qué semilla es: si plantaron una semilla de fantasía o de misterio o lo que sea. Pero a medida que la planta crece y la riegan, no saben cuántas ramas tendrá, se enteran a medida que crece. Y yo soy mucho más jardinero que arquitecto».
En España solemos conocer estos dos tipos de escritor como escritor de brújula y escritor de mapa, a raíz del escritor Javier Marías, que se definía a sí mismo como escritor de brújula, en contraposición al resto de escritores a los que él consideraba de mapa:
«Las historias crecen a partir de sí mismas. Aparecen algunas a las que les encuentras más posibilidades que las de quedarse en una mera digresión. Escribo con brújula. No tengo la historia completa cuando empiezo, ni siquiera cuando me voy acercando al final. Las digresiones se convierten en parte del libro, se incorporan como parte de la historia».
Entre los escritores de habla inglesa se suelen utilizar los términos de plotter y pantser.
En resumen:
El escritor planificador (AKA escritor de mapa, arquitecto o plotter) es el escritor que planifica toda su novela antes de ponerse a escribir. Se dice que John Grisham, JKRowling, Dan Brown y Brandon Sanderson son escritores de mapa o plotters.
El escritor aventurero (AKA escritor de brújula, jardinero o pantser) se deja llevar por su intuición, tomando las decisiones narrativas oportunas llegado el momento. Stephen King, Margaret Atwood, George R. R. Martin y Javier Marías entrarían dentro de esta categoría.
Diferencias entre escritores jardineros y arquitectos a la hora de escribir
Son dos sistemas diferentes y ninguno es mejor que otro: debes encontrar el que mejor se ajuste a tu forma de escribir y tus necesidades.
Puede que te sientas más cómodo como un jardinero, plantando la semilla de la historia y regándola, cuidándola, en espera de ver en qué se convierte. O bien que creas que te sentirás más seguro y confiado diseñando previamente todos los detalles de la casa que vas a construir antes de poner un solo ladrillo.
Cada método tiene sus pros y contras, y sus propias peculiaridades.

Como decíamos, el escritor de mapa necesita diseñar de antemano su proyecto. El mapa puede ser más o menos detallado, pero hasta que no tiene clara la historia no se lanza a escribir. Este tipo de escritor habitualmente trabaja con una escaleta, que consiste en un guion de las escenas que van a componer la trama de la novela. La escaleta le ayuda a ver las partes confusas de su historia y a buscar soluciones antes de verse atascado en mitad de la escritura de su novela.
El escritor de brújula, en cambio, generalmente no sabe a dónde llegará, pero tiene una idea clara de la dirección que quiere seguir (ya sea guiado por el tema, por el personaje…). O también puede ser que sepa a dónde se dirige, pero desconoce la forma en la que llegará hasta allí hasta que no la experimente por escrito. Es decir, necesita escribir lo que llamamos un «borrador de descubrimiento».
Es por eso que en los pantser el primer borrador suele ser más «desastre»: cabos sueltos, finales que no cuajan… sencillamente porque hasta el final no disponen de toda la información necesaria para saber cómo hacer que la historia funcione. Es en la segunda versión de la obra cuando, una vez ya descubiertos los puntos esenciales, pueden conectar las cosas como lo haría un plotter.

Podríamos decir que el primer borrador de un escritor jardinero es realmente el esquema o outline de un escritor arquitecto.
Como ves, al final, el trabajo que deben realizar unos tipos de escritores y otros viene a ser el mismo, con la diferencia de que el arquitecto suele hacer más trabajo previo que el jardinero y que este hará más trabajo posterior de reescritura para llenar los agujeros que ha ido dejando en la trama.
Ventajas e inconvenientes del escritor brújula y de mapa
Como he dicho, yo no creo que un sistema sea mejor que otro, pero sí parece que, a priori, cada tipo tiene asociadas unas ventajas y unos inconvenientes.
Escritores brújula / jardinero / pantser
- Menos procrastinación. Se lanzan a escribir y aprovechan el impulso creativo para llegar hasta el final de su borrador.
- No se “cansan” de su premisa y tienen mayor libertad para explorar.
- Se suele decir que los escritores aventureros se dejan llevar por los personajes, por lo que sus personajes son más auténticos y espontáneos.
- Pueden quedarse atascados en la mitad de la novela.
- Suelen desarrollar tramas que no van a ningún lado y que más tarde tendrán que cortar.
- La trama suele presentar más incoherencias.
- Más trabajo de reescritura.

Escritores mapa / arquitectos / plotter
- Logran tramas más redondas y con menos cabos sueltos en el primer borrador.
- Suelen enfocarse en la trama, por lo que la estructura está más equilibrada y con menos problemas de ritmo.
- Menor probabilidad de bloqueos por tener la seguridad de saber a dónde se dirigen.
- Mejor dominio de la anticipación (foreshadowing) en el primer borrador.
- Personajes al servicio de la trama: tendencia a recurrir a estereotipos.
- Menos capacidad para la improvisación: a veces surgen ideas nuevas en mitad del proceso de escritura que no saben cómo integrar en la planificación.
- Más procrastinación inicial: tendencia a quedarse atascados en la fase de planificación.

Otros tipos de escritores
¿No estás de acuerdo con alguna de las afirmaciones anteriores? Es normal: porque, como te he comentado, esto no son más que apreciaciones generalizadas que no tienen por qué ver contigo como escritor. A veces coinciden con escritores que han utilizado un sistema de trabajo u otro, o nosotros mismos nos vemos más reflejados en uno u otro modelo, pero cada caso es único.
Como puedes suponer, muy pocos escritores se ajustan cien por cien a una de las dos categorías; casi todos somos una mezcla de ambos, o también puede ser que según el momento de nuestra vida de escritor nos identifiquemos más con uno u otro.
Yo creo que nada es blanco o negro, sino entre estos dos polos existe todo un espectro, donde la mayoría nos situamos en algún lugar del centro. Últimamente se habla de una categoría mixta que mezcla los dos estilos de ejecución. Es lo que los ingleses llaman «plantser», o escritoras españolas como Ana González Duque llama «escritor paisajista».
Además, existen otras muchas categorizaciones interesantes, como esta de Gabriella Literaria o esta otra, más humorística, de Diana P. Morales.
Sin embargo, tú, como escritor, puedes definirte de la manera que te sientas más cómodo; o no definirte en absoluto. Si no te sientes a gusto con una manera de trabajar, no la sigas. Simplemente toma aquello que creas que te va a resultar útil y adáptalo a tu propio proceso.
¿Qué tipo de escritor es mejor?
Ninguno. Cada escritor tiene su propio proceso y su propia evolución.
A veces me encuentro con que los escritores de brújula tienen cierto estigma, sobre todo en ámbitos como ciertos talleres de escritura creativa, donde la planificación previa suele ofrecerse como la solución a todos los males del escritor. La mayoría de manuales de narrativa tienen una parte muy importante de planificación, hasta tal punto que los escritores jardineros pueden verse poco representados.
Pienso que el mejor tipo de escritor es el que revisa su historia y corrige sus borradores hasta que su novela quede lo mejor posible. La edición y corrección posterior, tanto del propio escritor como de profesionales, es indispensable, y ni la mejor planificación previa te va a librar de tener que llevarla a cabo.
Hay que tener claro que escribir y editar no es lo mismo. Yo insisto siempre mucho en la importancia de la estructura y de tener claros los conceptos básicos de la narrativa. No puedo evitarlo porque, en este caso, es mi voz de editora la que se impone. Esa es mi forma de enfocar la revisión de un borrador o de ayudar a escritores, de cualquier tipo, que pueden sentirse perdidos o abrumados ante su tarea.
En nuestro oficio no existen editores de brújula o jardineros. Ni tan siquiera de mapa o arquitectos. Los editores debemos ser, como mínimo, qué sé yo: ingenieros aeroespaciales. Porque en la parte del proceso en la que intervenimos (la revisión del texto) se necesitan precisamente cualidades de tipo práctico y analítico: lo que sería el hemisferio izquierdo del cerebro.
Por cierto, si te consideras escritor de brújula, seguro te interesará leer este artículo de Esther Magar (que se autodefine también como escritora de brújula), donde estudia la relación entre el tipo de escritor y el predominio de uno de los hemisferios del cerebro.

El tipo de escritor que debes evitar ser: el desorientado
Creo que el estigma del jardinero, del que hablábamos anteriormente, es porque a veces se confunde el escritor de brújula con el escritor desorientado.
El escritor desorientado es aquel que no tiene ni mapa ni brújula ni ningún elemento que le guie en la toma de decisiones.
No sabe qué quiere contar, ni cómo contarlo, ni dónde quiere llegar. A diferencia del pantser, que es capaz de tomar decisiones narrativas cuando estas se presentan, basándose en su intuición y experiencia, el escritor desorientado no es capaz de dirigir la historia. Escribe su historia por impulsos y lo habitual es que no logre terminar el primer borrador o que este no tenga ni pies ni cabeza.
En definitiva, es el escritor inexperto.
Normalmente, todos comenzamos siendo este tipo de escritor cuando nos falta formación, técnica y práctica. Así que no hay nada de qué avergonzarse. Sencillamente, si eres un escritor desorientado y quieres apostar por la escritura, debes ponerte manos a la obra y aprender todo lo que puedas (leyendo mucho y escribiendo mucho) hasta que perfecciones tu método de trabajo.
Y tú, ¿cómo te defines como escritor? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
4 comentarios en «¿Qué tipo de escritor eres?»
Me encanta leer y escribir. Lo hice toda mi vida desde que comencé la escuela. Empecé con el diario intimo. y las composiciones que me salian como poesias. Luego fueron desahogos emocionales. otras veces, las mas frecuentes, fue escribir historias clinicas a lo largo de mi carrera como medica. Muchas eran verdaderas novelas.
Con el tiempo concurri a talleres literarios. Desde que estoy jubilada he comenzado un nuevo taller de escritura , tratando de escribir un poco mejor y compartiendo con otros lo que escribimos , cosa muy enriquecedora ademas del aprendizaje.
Me declaro inexperta, en vias de mejoramiento hacia una escritura de aventura o brujula, uniendo retazos que se van juntando como un juego de puzzles, hasta darles la forma correcta. Es realmente para mi, un juego entretenido, divertido , tan placentero como trabajoso
Gracias por compartir tu experiencia, Graciela, y mucho ánimo con tu escritura ❤️
¡Muchas gracias por tu entrada! Hasta ahora no me había planteado qué tipo de escritora era, pero creo tenerlo bastante claro. En principio, empiezo como «pantser» y me dejo fluir libremente. Y, en un momento dado del proceso, se produce un clic y la estructura a seguir para engarzarlo todo aparece en mi cabeza. En ese momento, me ciño a la estructura utilizando el material anterior que encaje en ella, dejando de lado el que no y produciendo el material nuevo necesario para llevar las cosas a buen término. Supongo que refleja bastante mi forma de ser en general. Me gusta hacerlo así porque me permite «madurar» el proyecto a lo largo del tiempo antes de darle una estructura definitiva, algo que no sucedería si me tuviera que forzar a plantearlo todo por anticipado. Demasiada rigidez para mí es sinónimo de poco disfrute y yo, cuando escribo, quiero, fundamentalmente, disfrutar. Ana.
Me encanta cómo has descrito tu proceso de escritura. Muchas gracias por compartirlo ❤️
Al final lo que se trata es de encontrar nuestro propio sistema, que nos sirva para lograr lo que nos proponemos.